INVIERNO
Esta madrugada ha caído la primera nevada del invierno en La
Ribera.
Los niños arrebañan la nieve de los coches mientras van al
colegio.
Los parques se han cubierto de nieve esperando la llegada de
algún pájaro que pose su levedad en un columpio y cante al frío y a la
sorpresa.
El Duero discurre flanqueado de árboles tapizados del mismo
material del que están hechos los ríos. Pero nada más diferente esta mañana que
la nieve y el agua. Basta con fijarse en como todo fluye, incluso los copos de
nieve que gravitan para desaparecer en el Duero.
Dentro de unas horas sólo permanecerá la nieve en las
montañas.
Y las gotas en que se han deshecho navegaran rumbo a
Portugal.
Allí también tienen invierno. Aunque una vez, en Andorra,
conocí a un portugués que no había visto la nieve en su vida.
Y el día que la vio, no pudo por menos de arrebañar una buena
bola para arrojarnosla por la espalda.
Como los niños que esta mañana han quitado la nieve de mi
coche.
Me gustó la imagen de la levedad del pájaro sobre el columpio. Es clara. Yo recuerdo los columpios llenos de vértigo y levedad igual al descanso de las aves entre vuelo y vuelo. También es interesante como hablas del agua del río sin mencionar el término "agua".
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